martes, 5 de abril de 2016

Cuento de Melanie, Paula, Camila Y., Camila F.



          LA NOCHE  DE HALLOWEEN

Había una vez una familia muy unida que se había mudado un día antes  de Halloween a una casa. Ellos no sabían que la casa estaba embrujada desde la noche que su dueño Jack, el tacaño se había muerto. Esta historia se convirtió después en una famosa leyenda.
En la noche de Halloween, que llovía bastante, la familia, que ya estaba casi instalada, empezó  a escuchar cosas extrañas: pasos en la escalera, objetos que se caían, ruidos extraños, lamentos.
 La casa tenía un sótano viejo donde estaba la llave de la luz, que en determinado momento se cortó y las cosas  se caían al suelo sin una explicación. La familia se asustó demasiado frente a este hecho. El padre decidió  tomar una linterna y bajar al sótano a investigar que sucedía con la llave de la luz.
Pasó  media hora y el padre no volvía. Natalia, que era la más grande de los hijos, dijo muy asustada:
-¿Por qué papá no vuelve?
-No se preocupen, lo iremos a buscar- dijo la madre.
Los dos hermanos y su madre se tomaron de la mano, encendieron un farol a gas y bajaron muy despacio. Cuando llegaron al sótano subieron las llaves de la corriente pero el padre  no estaba. Natalia y su hermano pequeño se asustaron y preocuparon. La mamá les dijo:
-No se preocupen, llamaré a la policía- mientras les tocaba las cabezas a sus dos hijos. La madre llamo a la policía y llevó a dormir a sus hijos. Explicó luego a la policía la situación. El agente policial le dijo:
- Nadie se muda  a ese lugar, señora.
En ese instante  la niña Natalia gritó desde su cuarto:
-¡Mamá! ¡Mamáááááá! Cuando la madre y la policía entraron al cuarto el niño Santiago ya no estaba. La madre, muy nerviosa ya y preocupada, le  preguntó:
-Hija, ¿dónde está tu hermanito? La hija quedo paralizada y le respondió:
-Mamá, estaba intentando dormir y sentí que algo paso muy rápido a mi lado y cuando miré mi hermanito ya no estaba- dijo la niña con mucho miedo y entre lágrimas.
La policía revisó la cama donde estaba el niño y había una nota que decía  “¡SI QUIEREN AL PADRE Y AL NIÑO VIVOS HACEMOS TRUCO O TRATO!”
A la  madre  le caían las lágrimas, no podía creer tanta desgracia en un día.
Los policías bajaron al sótano para ver si había alguna otra pista, por ejemplo otra nota. Ya en el lugar pudieron encender la luz, ahí se dieron cuenta que había un charco de sangre pero cuando la madre y sus dos hijos habían bajado unas horas antes ese charco no estaba. Junto al mismo los agentes encontraron otro papel, algo sucio y con letra poco clara que decía
“Les llegara su hora”. Los hombres subieron muy rápido las escaleras, muy asustados con el corazón acelerado. Ya no encontraron tampoco a la mujer y su hija, por más que se investigó y buscó, las pistas no condujeron a nada. Desde aquel día no se volvió a saber de esa familia.     

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