La historia de Héctor
Había
hace un tiempo un señor llamado Héctor que le encantaba cazar liebres con su rifle calibre 22. Tenía un perro negro
de pecho blanco llamado Toby que era bueno para la cacería. Un día de tardecita
el señor Héctor salió al campo con su perro a cazar liebres y venados llevando
su rifle. Encontró varios ciervos, como unos veinte, pero solo cazó uno con la
ayuda de Toby. El perro olfateo de lejos a los venados, dentro de un chircal, y
logró hacerlos salir a campo abierto, donde el hombre pudo tirar con su arma un
balazo que dio justo detrás de las paletas. También cazó dos liebres, una con
el rifle y otra la atrapó el perro.
Después
de andar unas cuatro horas regresó a la estancia, pensando que cocinar con la
carne conseguida.
Cuando
llego a su casa acomodó la carne en el
freezer y la heladera, se preparó algo de comer mientras tomaba algunos mates.
Mientras comía recibió una llamada urgente de su hermano que le avisaba que su
madre estaba internada.
Héctor
se traslada a la ciudad lo más pronto que puede, dejando su perro y su rifle en
la estancia.
Encuentra
a su madre muy mal, ahora ella necesita que la cuiden. Héctor debió buscar un trabajo
en la ciudad y abandonar para siempre el campo. Extraña sus cacerías pero sabe
que su madre lo necesita
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