martes, 12 de abril de 2016
miércoles, 6 de abril de 2016
Cuento de Armando y Nicolás
La historia de Héctor
Había
hace un tiempo un señor llamado Héctor que le encantaba cazar liebres con su rifle calibre 22. Tenía un perro negro
de pecho blanco llamado Toby que era bueno para la cacería. Un día de tardecita
el señor Héctor salió al campo con su perro a cazar liebres y venados llevando
su rifle. Encontró varios ciervos, como unos veinte, pero solo cazó uno con la
ayuda de Toby. El perro olfateo de lejos a los venados, dentro de un chircal, y
logró hacerlos salir a campo abierto, donde el hombre pudo tirar con su arma un
balazo que dio justo detrás de las paletas. También cazó dos liebres, una con
el rifle y otra la atrapó el perro.
Después
de andar unas cuatro horas regresó a la estancia, pensando que cocinar con la
carne conseguida.
Cuando
llego a su casa acomodó la carne en el
freezer y la heladera, se preparó algo de comer mientras tomaba algunos mates.
Mientras comía recibió una llamada urgente de su hermano que le avisaba que su
madre estaba internada.
Héctor
se traslada a la ciudad lo más pronto que puede, dejando su perro y su rifle en
la estancia.
Encuentra
a su madre muy mal, ahora ella necesita que la cuiden. Héctor debió buscar un trabajo
en la ciudad y abandonar para siempre el campo. Extraña sus cacerías pero sabe
que su madre lo necesita
martes, 5 de abril de 2016
Cuento de Melanie, Paula, Camila Y., Camila F.
LA NOCHE DE HALLOWEEN
Había una vez una familia muy unida
que se había mudado un día antes de
Halloween a una casa. Ellos no sabían que la casa estaba embrujada desde la noche
que su dueño Jack, el tacaño se había muerto. Esta historia se convirtió
después en una famosa leyenda.
En la noche de Halloween, que llovía
bastante, la familia, que ya estaba casi instalada, empezó a escuchar cosas extrañas: pasos en
la escalera, objetos que se caían, ruidos extraños, lamentos.
La casa tenía un sótano viejo donde estaba la
llave de la luz, que en determinado momento se cortó y las cosas se caían al suelo sin una explicación. La
familia se asustó demasiado frente a este hecho. El padre decidió tomar una linterna y bajar al sótano a
investigar que sucedía con la llave de la luz.
Pasó
media hora y el padre no volvía. Natalia, que era la más grande de los
hijos, dijo muy asustada:
-¿Por qué papá no vuelve?
-No se preocupen, lo iremos a buscar-
dijo la madre.
Los dos hermanos y su madre se tomaron
de la mano, encendieron un farol a gas y bajaron muy despacio. Cuando llegaron
al sótano subieron las llaves de la corriente pero el padre no estaba. Natalia y su hermano pequeño se
asustaron y preocuparon. La mamá les dijo:
-No se preocupen, llamaré a la
policía- mientras les tocaba las cabezas a sus dos hijos. La madre llamo a la
policía y llevó a dormir a sus hijos. Explicó luego a la policía la situación.
El agente policial le dijo:
- Nadie se muda a ese lugar, señora.
En ese instante la niña Natalia gritó desde su cuarto:
-¡Mamá! ¡Mamáááááá! Cuando la madre y
la policía entraron al cuarto el niño Santiago ya no estaba. La madre, muy
nerviosa ya y preocupada, le preguntó:
-Hija, ¿dónde está tu hermanito? La
hija quedo paralizada y le respondió:
-Mamá, estaba intentando dormir y
sentí que algo paso muy rápido a mi lado y cuando miré mi hermanito ya no
estaba- dijo la niña con mucho miedo y entre lágrimas.
La policía revisó la cama donde estaba
el niño y había una nota que decía “¡SI
QUIEREN AL PADRE Y AL NIÑO VIVOS HACEMOS TRUCO O TRATO!”
A la
madre le caían las lágrimas, no podía
creer tanta desgracia en un día.
Los policías bajaron al sótano para
ver si había alguna otra pista, por ejemplo otra nota. Ya en el lugar pudieron
encender la luz, ahí se dieron cuenta que había un charco de sangre pero cuando
la madre y sus dos hijos habían bajado unas horas antes ese charco no estaba. Junto
al mismo los agentes encontraron otro papel, algo sucio y con letra poco clara
que decía
“Les llegara su hora”. Los hombres
subieron muy rápido las escaleras, muy asustados con el corazón acelerado. Ya no
encontraron tampoco a la mujer y su hija, por más que se investigó y buscó, las
pistas no condujeron a nada. Desde aquel día no se volvió a saber de esa
familia.
Cuento de Alén, Thiago, Julio y Cristian
EL RATÓN Y EL LEÓN
Había una vez un ratón y un león que vivían en un
zoológico, ellos eran enemigos. Día tras día ellos se peleaban porque el león estaba
celoso por la cantidad de comida que le daban al ratón.
Llegó un
día en que el león se enojó mucho con su
enemigo del zoológico , fue al agujero
del ratón y le dijo: -“Sal
pequeño ratón, sal de ese agujero”
-“¡No, león ¡ No saldré de mi casita”. El felino se enojó mucho y le empezó a
romper la cueva con sus garras. El
pequeño ratón salió de su cueva y corrió a un armario de disfraces y se escondió
dentro.
El
león lo buscó por todo
el zoológico durante un buen rato pero no halló en ningún rincón.
después de unos minutos pensó:
“Debe estar adentro de unos de los armarios, ahí lo buscaré.
Buscó y buscó hasta que lo encontró en unos de los
armarios más viejos y livianos de todo el zoológico. El ratón al ser
encontrado salió muy asustado tirándole el armario encima de su cabeza. Al verse
apretado y con un gran peso encima, el león pidió ayuda a los gritos. El único
que se acercó a ofrecer su ayuda fue el pequeño animalito quien le dijo: -“Yo
te ayudare a salir, pero con una condición”.
- “¿Cual condición?”, pregunto afligido y cansado
el felino.
-“Ríndete
ante mí y déjame vivir en paz en este lugar”. El león estrechando la mano
saco una bandera blanca y respondió: -
“Me rindo, pequeño, me rindo”. El roedor lo ayudó a salir valiéndose de
su ingenio y vivieron felices para siempre.
FIN
Cosas importantes que nos han pasado
El
nacimiento de nuestra hermana
Cuando
mamá nos dio la noticia de que estaba embarazada no le creímos. Al mes mamá se
fue a hacer una ecografía y cuando nos dio la noticia que era nena quedamos muy
orgullosos de tener una hermana. A los nueve meses nació nuestra hermana
Catalina; Mateo estaba muy celoso y Augusto muy contento. Al llegar la noche
Augusto le daba la bendición en la pansa y buenas noches para que duerma bien. ¡Es
bueno tener una niña en casa!
Augusto Zabala Löwe
Cuento de Belén, Eliana y Miriam
LA CABAÑA
DE LOS SUSTOS
Había una
vez una familia de tres hermanas huérfanas que vivían en una cabaña cerca de un
lago. La mayor, Roxi, tenía 15, ella fue la que crio a sus dos hermanas
menores.
Un día las
dos hermanas menores salieron con una amiga a recorrer el pueblo y cuando regresaron
a su cabaña la amiga se acercó al lago mientras las dos hermanas ingresaron
dentro. Su amiga estaba fuera apreciando
la belleza del paisaje cuando de pronto apareció un hombre más bien era un espíritu
maligno. Ese hombre traía un hacha con la que asesinó a la joven, que ni
siquiera pudo correr. Nunca se había visto jamás algo así en ese lugar, nadie
sabía mucho de esa aparición. Pero lo que si se sabía era que ese espíritu venía en busca de venganza. Él había vivido en esa cabaña, hace mucho tiempo
era el leñador de ese lugar y trabajó para unas personas poco agradecidas.
Los dueños
de la cabaña habían matado al leñador porque les descubrió un secreto muy
importante y peligroso.
La amiga
asesinada se convirtió en un espíritu bueno y alertó a las tres hermanas de lo
que sucedía en esa cabaña: había un espíritu maligno en busca de venganza.
Las tres hermanas se preguntaban quien había matado
a ese hombre, no sabían nada de él, solo que todas las noches ese espíritu rondaba por
toda la cabaña.
Las hermanas
con la ayuda de su amiga, convertida en un espíritu bueno, pudieron deshacerse
del espíritu maligno.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)